sábado, 8 de mayo de 2010

POEMAS EN EL DELTA DEL ORINOCO, TIERRA DE WUARAOS.


En el delta del Orinoco,
En las noches cuando sube la marea
Arriba en los grandes árboles
Están los tigres, soñolientos
Rascándose las bolas, a la luz de las estrellas.

El chinchorro
Alrededor un mosquitero
Un plástico que no deja pasar la lluvia
Es la noche de la selva, también es la mía.

Rozna el tigre
Esta noche no hay peligro de ser yo su comida
Su hembra ésta en celo
Y sus roznidos son simples habladurías de amores.


No se ésta solo en la selva
Del fogón sale una luz
Que a través de las rendijas del palo a pique del rancho: se proyecta
Queriendo alumbrar la noche.


Cuando hay cacería en el rancho
El tigre merodea
Dejando sus zarpazos en el palo a pique
Y desde adentro
Casandra, late...late…toda la noche.


De un soplido avivo la llama
A través de las rendijas del palo a pique
Veo una canoa acercarse
Quien más sino los Waraos
Cuelo, llenando cinco pocillos


Luna llena
Todo en silencio
Arriba en los grandes árboles
Están los tigres, entre roznidos y bostezos
Masturbándose ante el gran espejo.


No es solo para mí el silencio
El eterno pasar del rio
Las tardes, pintadas en un solo color
Entre las avecindadas rancherías de lo Waraos.



En un caldero con manteca de culebra
Los Waraos atizan el fogón
Casandra y yo, hoy comeremos lau lau frito.


En la marea baja
Los Waraos le siguen las pisadas al danto
El tigre anda tras la misma ocasión.


En noches de luna nueva
Todos van
Por su ración, para la vida
Casandra y yo desde el rancho desciframos los sonidos
En la oscuridad de la selva.


En la solitaria canoa que vaga a la deriva
Estas tú
Y al final te hundes en mis brazos-


En la ranchería de Araguaimujo
Vive una Warao
Ella quiere mudarse a mi rancho
Sus padres piden mi canoa.


Con sus juegos de colores
Viajamos
En la majestad del caño
Casandra desde la proa
Late a otros canoeros.


Dejare la puerta falsa
Para que tu pudor se desvanezca
En el silencio de ésta noche.


En barra Caimán, en el embravecido mar del mediodía
Trambuco una canoa
Días después, los Waraos iban en alta mar sobre la canoa, a la deriva.


Desde mi chinchorro, soñoliento veo pasar una, dos, tres, y más canoas
Ahí llevan a los niños muertos
Uno, dos, tres, y mas Waraos.


En una Juana (caño) cerca de wuiniquina
En noche de luna nueva
Alumbramos al tigre
Desde lo alto del árbol
Se lanzo
Encontrando sola la canoa.

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