jueves, 6 de mayo de 2010

SU MEJOR LIBRO

No es la primera vez que comienzo un escrito, al igual de la novela, iniciada con éste fragmento, de una de las obras literarias más emblemáticas del siglo veinte. Se trata de PLATERO Y YO. Del Novel. El Andaluz Juan Ramón Jiménez.

Platero es pequeño, peludo, suave, tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Solo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.

Para muchos en mi país, la vida se les va sin aprender a recibir y mucho menos a dar, me refiero al hombre, el que no pudo pasar de niño, cuando en una balacera entre Bandas, en los brazos de su madre murió. La vida no vale nada, no vale nada la vida. Recordando al compositor Mexicano, José Alfredo Jiménez. Éste niño en un momento aciago, la vida lo borro de su mejor libro, que era su espejo, el cristal negro de los ojos de su Madre. En Venezuela es sumamente preocupante como nos enteramos a través de los medios, la alarmante cifra de muertos, a diario son muchos, entre cien y doscientos. Es la guerra sorpresiva contra la vida. El enemigo asecha emboscado en una esquina. En el Bus donde te trasladas. Comiéndote una arepa En los Quince de Yoani, donde el Yunior bailaba con Yoandri, yusimi y yuneski, y allá en medio de la sala del baile, lo fueron a matar. Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas. Citando al Salsero Rubén Blades. ¡ Que hacemos!.A quien llamamos Dr. Lares. Ud. Como venezolano preocupado por los problemas. Eche una mirada por la ventana de los desaciegos y ahí, verás. Dr. Lares en Venezuela ya no hay pañuelos que aguante tantas lagrimas. Desde hace días estaba renuente a escribir, si, a escribir sobre la muerte. Porque mire Dr. Lares: escribir sobre la muerte aquí en Venezuela, es escribir con nuestra propia sangre. Me pregunto: de donde salen los cartuchos (balas), si! las balas del día, los pertrechos de la guerra. Porque si hacemos un estimado, en un camión no cabrían las tantas cajas detonas en la jornada. Entiendo, Dr.Lares, el dinero lo compra todo!, casi todo, menos la paz, ni la vida. Abajo, una mujer corre, pasa corriendo la calle, llorando por su hijo muerto, entre el repiquetear de los tiros.-

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