EL PONCHERO

Que hermoso es cuando avecindadas en el recuerdo se me vienen a la mente tradiciones y costumbres del ayer.

En la Venezuela del siglo 20. Existió la figura del vendedor ambulante de Ponche. Éste personaje recorría las principales calles de la ciudad, por lo general en una bicicleta de reparto, pregonando su Ponche. Ponchero….Ponchero… Le oíamos a lo lejos, ayudando a difundir su voz a través de un cono metálico. Y el Ponche no era más, sino maíz blanco, sancochado y fermentado con conchas de piña y nuez moscada. De que tenía sus secretos, si los tenía. Había que mantenerlo en un envase de acero inoxidable con grifo y tapa de rosca para que soportara la presión de la fermentación, por lo menos 72 horas. Se despachaba a temperatura ambiente, del grifo salía cremoso y espumante en sus dos presentaciones: el vaso de a locha (12, 1/2cmts) y el de a medio 0,25cmts. No se le ocurriera mandarse dos vasitos de aquellos! porque seguro quedaría más prendido que bombillo de túnel!!! El Ponchero hacia sus apariciones en los desfiles patrios y fiestas religiosas, también hacía notar su presencia en las improvisadas mangas de coleo en la avenida Bolívar, aquí en mi querida Maracay. Corría el año de 1.955, ultimo año que se instalaron las coleaderas, antes de mudarse a la Delicias, de la principal arteria de la ciudad. De ahí la voz del Ponchero se fue apagando por decretos sanitarios y la presencia de compañías licoreras trasnacionales. Pero nunca olvide su recuerdo. De ahí herede mi afinidad con el Dios Baco. Que viva el Ponchero!!! Si….hay Ponche….Ponchero…..Ya para finalizar éste escrito, me informa mi amigo y vecino. Carlos Gómez Yepez. Por los lados de la Pastora en Caracas a diario camina un Ponchero, empujando su carrito calle arriba—calle abajo. Qué bien !. Le dije. Que viva ese Ponchero y todos los Poncheros del mundo!!!!